Conviene recordarlo: los neumáticos son el único punto de contacto entre el vehículo y la calzada. Por ello es importante no escatimar en su adquisición y elegir un buen modelo llegado el momento de sustituirlos. En el punto de venta se encargarán de su montaje y equilibrado. Y a nosotros nos corresponderá comprobar su presión y estado periódicamente. ¡Hay que disfrutar con seguridad!
Dos de los criterios que más se tienen en cuenta a la hora de elegir la marca y el modelo de neumáticos que se vayan a montar en un escúter o una motocicleta son la duración y el agarre, ese que tanto necesitamos cuando trazamos una curva a cierta velocidad y el conjunto moto-piloto debe asumir cierto grado de inclinación.
Cuanto más dure y se agarre una goma, mejor. Estas suelen ser las premisas con las que empezamos a valorar una u otra opción. Sobre todo cuando nuestro vehículo lo usamos a diario durante todo el año. Pero no existen neumáticos perfectos; es decir, cuyo funcionamiento sea realmente óptimo tanto en asfalto seco como mojado, siendo este uno de los mayores compromisos que los fabricantes han de afrontar.
EQUILIBRADO & PRESIÓN
Al adquirir unas gomas, aunque parezca un asunto menor, es muy importante que el conjunto llanta-neumático esté bien montado y equilibrado –aprovechad para solicitar en el taller que reemplacen las válvulas de inflado por unas nuevas– de cara a conseguir un reparto uniforme de la masa por toda la rueda. Esto evitará vibraciones y, principalmente, un mayor y desigual desgaste del necesario por todo el perímetro de la goma.
Una vez montados, tocará conservarlos en buen estado. Siguiendo las instrucciones del fabricante y manteniendo la presión recomendada ya habremos dado un paso importante. De lo contrario, los desgastaremos de forma excesiva y desigual. Y no menos relevante, provocaremos un mal rendimiento que puede ser peligroso con el paso de los kilómetros.
El equipo de pruebas de ‘Tu Moto’ ha podido constatar las excelentes propiedades en condiciones adversas de los Bridgestone Battlax SCF. Con lluvia es vital disponer de unos canales que evacúen el agua óptimamente. ¡En verano también puede llover!